domingo, 12 de septiembre de 2010

carta 2

Para: ti

Hola. ¿Cómo te esta yendo?, espero que mejor que a mi por lo menos. ¿Ya caminas?, ¿ya hablas?, a estas alturas ya deberías tener dos años aproximadamente. Cómo quisiera volver a esos tiempos en que se podía ser feliz con simples cosas y llorar por tonterías que luego olvidabas pues eso que te hacía llorar siempre era pasajero (no como ahora).

La verdad no tengo algo específico que decirte en esta segunda carta. En realidad (y disculpa el egoísmo) esta carta es más para mí que para ti. Necesitaba botar un poco mis ideas, contárselas a alguien que tan sólo escuche y no diga el consabido: "deberías..." Me estoy cansando de todo, me estoy cansando de todos, me estoy cansando de mí; quizá esa sea mi próxima actualización de estado en el face. Disculpa, debo recordar que aun no sabes de coas de internet, pero ya tendrás tiempo para ello, a esa edad te darás cuenta que la vida no es tan fácil como algunos dicen que es, y es más difícil de lo que el resto dice que es.

Lo siento el objetivo de esta secuela de cartas es ayudarte y tratar de que tu vida no se vuelva tan caótica como está planeada y no con el ánimo de asustarte frente a lo que te espera, pero lo estoy haciendo inevitablemente. Seguro me comprenderás cuando te toque y también espero que puedas manejar las cosas mejor que yo en este momento (y si es posible, que puedas cambiar en algo las cosas para tu bien).

Bueno, ya bote parte de lo que necesitaba expulsar. Es hora de irme, pero antes permite que te de unos consejos para la etapa en que estas ahora. Diviértete mucho: pinta, ensúciate, mójate, aprende a caminar de una vez para que luego puedas correr y sentirte por un momento libre. Aprovecha al máximo los primeros cinco años que tienes pues serán los más felices de toda tu vida.

Eso si. No hagas renegar mucho a mamá siempre a estado mal y si le causas muchos problemas se pondrá peor. Y por último no odies a tu hermano mayor, se que en estos momento es súper jodido pero verás que se cambiará para mejor. De papá no tengo que aconsejarte nada, es un gordito bonachón que se la pasa tranquilo, es un buen padre. Lástima que sea ta religioso pero bueno, nadie es perfecto.

Si necesitas saber de alguna cosa no dudes en escribirme o tratar de escribir... o mejor dibujas lo que sucede y yo trataré de interpretarlo para poder ayudarte. Chau.

Atte.

Tu

PD: Si bien mencione que los cinco primeros años serán los más felices de toda tu vida, estoy haciendo referencia a que en esos cinco años la felicidad será prolongada. Debo decir tambien que cambiaría todos los TIEMPOS de felicidad por aquellos INSTANTES de verdadera felicidad.

domingo, 15 de agosto de 2010

eso quedo atrás

El tenía la vista desviada pensando en un millón de cosas. Sus ojos no reflejaban el más mínimo interés por algo en particular. Sus manos estaban sobre la mesa, impávidas; no se podía descifrar algún sentimiento específico en el. Mientras tanto su mente lo sumergía en un sinfín de recuerdos que jamás se le borrarían.

Frente a el, al otro lado de la mesa se encontraba ella. Era todo lo opuesto. Tenía una sonrisa tímida y cándida, sus manos se cerraban apretándose entre sí. Los ojos reflejaban aquella ilusión que el enamorarse se encarga de brindar.


Ella le acaba de pedir que empezaran a salir juntos, -me gustas mucho- le había dicho. Un tiempo como amigos entre risas y juegos habían anidado en ella un sentimiento de amor hacia el.

Él, en el mismo tiempo le había tomado cariño a la chica, la miraba con ternura. Sin embargo, y como ya se dijo, los recuerdos nunca se borraron ni se borrarían.


-Puedo quererte. Podemos salir. Podemos convivir, podemos tener sexo, podemos casarnos inclusive. Puedes conocer a mi familia (padres, hermanos, tíos y a quien quieras que te presente). Puedo conocer a tu familia (padres, hermanos, tíos, sobrinos y a quien quieras que soporte). Inclusive si te tomo el suficiente cariño podemos planear tener un hijo o hija a quien querré con todo mi ser. Todo eso te puedo ofrecer si es que deseas salir con migo. Lo único que tendrás que asimilar es que nunca te voy a amar, eso ya lo hice algún tiempo atrás.

lunes, 9 de agosto de 2010

Carta 1


Hola, me dijeron que pese a que estás ahí dentro en ese estado ya escuchabas y entendías lo que te decían (espero que también alguien tenga la buena fe de leerte esta primera misiva). La verdad no se muy bien por donde empezar así que lo haré por lo más fácil, darte la bienvenida, pues aunque aun no estas totalmente en el mundo, tu presencia ya se empieza a notar.

La razón por la que te escribo están sólo con el animo de ayudarte a prepararte para lo que te espera una vez estés aquí. No quiero asustarte, aunque tendrás que pensar en muchas cosas que te sucederán, otras por el contrario serán momentos de bastante felicidad que te impulsarán a seguir.

Esto es todo por ahora. No quiero incomodarte en estos 2 meses de dulces sueños que aun te quedan por delante antes de salir al mundo. Y bueno, una última cosa. Si tienes la oportunidad y lucidez de apuntar y mear tu partida de nacimiento hazlo. Ten por seguro que tu primer nombre no te gustará.

domingo, 8 de agosto de 2010

ella y el tipo

El aire frío recorría la calle obligando a las parejas que pasaban por el edificio se tomaran de los brazos tratarán de abrigarse con el calor corporal. Todos iban y venían y sólo un tipo se encontraba parado recostado en la pared inmutable a todo lo que sucedía a su alrededor pues sus pensamientos se encontraban fijos en la chica con la cual se iba a encontrar.

Había pasado ya un tiempo después de su último encuentro, el cual recordaba con mucho cariño (como todos los momentos que pasa con ella en realidad). Se le ocurrió comprar algo para comer mientras esperaba y luego se le ocurrió también comprarle algo para que coma ella cuando aparezca. La opción final fueron un par de churros, el primero de los cuales se lo comió en un instante por un repentino apetito que le surgió en el momento, mientras que el otro también estaba empezando a tentarlo. Quizá fue por tener una excusa para comerse el otro churro que, un rato después, recordó el poco gusto por el manjar que tenía la chica y a partir de eso recordó las innumerables situaciones que habían tenido con respecto a ese tema.

Rió por un momento y trato de distraerse con las cosas que veía a su alrededor. veía dibujos, fotos, y diversas imágenes que en realidad no veía, sólo dirigía su visión hacia lugares pero sin fijarse en ellos. Su mente lo llevaba a través de las calles y lugares por los que había estado con ella. Un repentino movimiento lo cogió desprevenido y lo lleno de alegría ala vez. Reconoció en el acto el abrazo cálido de ella y lo primero a lo que atinó fue estirar un poco el cuello y besarle la cabeza.

Ahí estaba. Se veía diferente, tenía una expresión distinta a la de siempre. Quizá sintió algo de mayor madurez. Quizá un crecimiento, sufrido, pero crecimiento al fin. ¿Bien?, estaba algo lejos de estarlo, pero por lo menos la leve sonrisa que soltó hizo que el tipo se sintiera menos preocupado.

Mientras intercambiaban unas pocas palabras, pues ella no tenía mucho tiempo para quedarse, él volvió a encontrarse con su mirada y en ella vio que si, aun estaba ahí, esa chica de ojos brillantes llenos de ilusión. Si, la misma de la que estaba enamorado.

Se despidieron en un instante y la vio alejarse. Pese a sólo haber estado con ella un momento estaba alegre por el hecho de que la vio.... un abrazo, eso fue lo único que le quedo por hacer. Darle un abrazo.

miércoles, 7 de julio de 2010

conversación

-Hola

-Hola

-Te quería preguntar algo

-Dime, ¿qué paso?

-¿Aun me quieres?

-Sabes que si

-...

-¿Qué pasa?

-No se... es que...

-No te preocupes te dije que no te iba a incomodar con el tema. Seremos amigos y todo bien.

-Quiero estar contigo

-...

-Qu... ¿qué pasa?

-Mejor no

-¿Por qué?, si me dijiste que aun te gusto

-Es mejor que no estemos

-Pero, ¿por qué?

-Es que no siento que de verdad me ames.

-Pero si te estoy diciendo que quiero estar contigo, es por que te amo

-Creo que si lo amaras, y ya sabiendo que yo te amo, no tendrías necesidad de decírmelo. Simplemente vendrías a mi y me besarías

-...

-Y si de verdad me amaras, en este momento no calarías. Me besarías

-...

-y sigo esperando que me beses.
 


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