domingo, 8 de agosto de 2010

ella y el tipo

El aire frío recorría la calle obligando a las parejas que pasaban por el edificio se tomaran de los brazos tratarán de abrigarse con el calor corporal. Todos iban y venían y sólo un tipo se encontraba parado recostado en la pared inmutable a todo lo que sucedía a su alrededor pues sus pensamientos se encontraban fijos en la chica con la cual se iba a encontrar.

Había pasado ya un tiempo después de su último encuentro, el cual recordaba con mucho cariño (como todos los momentos que pasa con ella en realidad). Se le ocurrió comprar algo para comer mientras esperaba y luego se le ocurrió también comprarle algo para que coma ella cuando aparezca. La opción final fueron un par de churros, el primero de los cuales se lo comió en un instante por un repentino apetito que le surgió en el momento, mientras que el otro también estaba empezando a tentarlo. Quizá fue por tener una excusa para comerse el otro churro que, un rato después, recordó el poco gusto por el manjar que tenía la chica y a partir de eso recordó las innumerables situaciones que habían tenido con respecto a ese tema.

Rió por un momento y trato de distraerse con las cosas que veía a su alrededor. veía dibujos, fotos, y diversas imágenes que en realidad no veía, sólo dirigía su visión hacia lugares pero sin fijarse en ellos. Su mente lo llevaba a través de las calles y lugares por los que había estado con ella. Un repentino movimiento lo cogió desprevenido y lo lleno de alegría ala vez. Reconoció en el acto el abrazo cálido de ella y lo primero a lo que atinó fue estirar un poco el cuello y besarle la cabeza.

Ahí estaba. Se veía diferente, tenía una expresión distinta a la de siempre. Quizá sintió algo de mayor madurez. Quizá un crecimiento, sufrido, pero crecimiento al fin. ¿Bien?, estaba algo lejos de estarlo, pero por lo menos la leve sonrisa que soltó hizo que el tipo se sintiera menos preocupado.

Mientras intercambiaban unas pocas palabras, pues ella no tenía mucho tiempo para quedarse, él volvió a encontrarse con su mirada y en ella vio que si, aun estaba ahí, esa chica de ojos brillantes llenos de ilusión. Si, la misma de la que estaba enamorado.

Se despidieron en un instante y la vio alejarse. Pese a sólo haber estado con ella un momento estaba alegre por el hecho de que la vio.... un abrazo, eso fue lo único que le quedo por hacer. Darle un abrazo.
 


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