viernes, 17 de abril de 2009

el que escucha pero no siente

Sebastián es un chico tranquilo, bastante flojo pero sin llegar a ser un holgazán. En sus dos décadas de vida ha conocido a muchas personas, ha aprendido a reconocer emociones, saber cuando decir algo y cuando callar es, quizá, su mejor cualidad. Por su amabilidad y su saber callar los secretos, sus oídos se volvieron en contenedor de numerosas historias, problemas familiares pero sobre todo problemas del amor. Amigos y amigas han acudido a el para desahogarse y tratar de quitarse un poco de todo el peso que llevan, quizá esperando una respuesta a sus dudas o un consejo para solucionar sus trivialidades, pero ¿cómo esperar consejo sobre el amor de alguien que nunca se ha enamorado?

Las primeras noticias del “amor” le llegaron a los once años, cuando cursaba los últimos años de educación primaria. De hecho desde antes había sentido algo diferente a la amistad hacia alguna que otra amiga de colegio. Desde muy temprana edad había aprendido a admirar la belleza femenina, si mal no recuerdo fueron los ojos de una pequeña dama, Gabriela era su nombre. Esta niña, que había conocido desde los inicios de su etapa escolar, y con quien compartiría los primeros cuatro años de colegio despertó en el sus primeras inquietudes amorosas. La relación con esta infanta quedaría tan sólo en amistad, pues a hasta esa corta edad no alcanzó a obtener el valor para animarse a algo más. Para el quinto año de primaria, por cuestiones académicas, paría de la sección “C” hacia la “D” donde conocería nuevas amigas y un nuevo gusto nacería también. Pero esta vez fue poco menos que un gusto, una atracción rara, indefinible, primera atracción meramente sexual quizá. Pero enamoramiento imposible llamarlo. El último año, como comentaba en esta párrafo conocería, aunque en forma de espectador, la relación de pareja. Dos amigos (ni tanto) se habían convertido en los primeros en pasar la línea de la amistad, claro que al pronto tiempo su experimento-ilusión se acabaría. Así terminaría la educación primaria y llegaría la secundaria.

Desde Gabriela no había esa emoción, esa atracción hacia las chicas, pero con el primer año de secundaría esa emoción sería sobrepasada y por mucho. Kemana, una niña linda, una barbie con quien me encontraría en su nuevo salón. La amistad con ella nació rápido y poco a poco nos compenetramos, el coqueteo en el empezó aquí, y no solo con ella, otras niñas también habían captado su interés, pero no estaba lo suficientemente convencido para empezar nada con alguien. Fueron los últimos años de ese grado escolar cuando por fin supo que Kemana podría volverse en mi primera “señorita enamorada”. Lastimosamente, al año siguiente, Kemana abandonó el colegio pues su familia viajaba a EEUU y nunca más la volvió a ver.

Dos, tres años pasarían y algo curioso ocurriría con Sebastián. Empezaba ha crecer en el una especie de rechazo hacia las relaciones de pareja. Veía como uno a uno, amigos y amigas caían (o eran arrastradas) hacia esta “moda”. Veía también como muchos empezaban renegar de esto. Vio, incluso, muchas lágrimas rodar, “es por amor” oía decir, en mayor parte a amigas suyas. ¿Amor?, ¿de verdad creían que esos juegos de púberes rebeldes, y apenas con una pisca de lucidez que aun esta en nacimiento, representaban el amor? Por su parte, Sebastián, no había sentido una atracción tan fuerte desde Kemana y los últimos años había pasado por algunos gustos que no pasaban de eso. Ya sus labios habían conocido el dulce néctar de una hembra, pero sin la pasión que quisiera experimentar. Los últimos dos años de etapa escolar un nuevo gusto nacería pero, una vez más, sin concretar nada. Los inconvenientes: la presión que sentía de sus compañeros por su falta de amante y, lo que más pesaba en su decisión de no concretar nada, el pronto viaje de la chica.

Había conversado con Luciana muchas veces. Se habían vuelto muy amigos, y en una de estas pláticas ella le contó que partiría del país apenas acabe el colegio y esto lo había desanimado del completo. No le llamaba para nada la atención de la despedida novelesca en la cual se veía involucrado si es que daba el paso. Optó por continuar esa relación de amistad y no más pese a que ya muchos de sus amigos y amigas le habían asegurado que ella también sentía un gusto por Sebastián. Sin embrago ambos continuaron cada uno con su propia historia. Ella empezaría una relación con un chico de la clase iniciando, así, su propio juego de dos. Como ya era costumbre con otras parejas, Sebastián contempló en esta nuevas discusiones y líos, ante los cuales el se hacía de la vista gorda y sólo fungía de confidente de Luciana cuando ella se sentía mal, puesto que, pese a que ambos aún sentían un gusto mutuo, dejaban esto de lado y mantenían su amistad. Nunca ocurrió nada entre ellos. La relación de Luciana terminó y ella partió a EEUU también.

Sebastián veía a muchos otras parejas. Nuevas historias llegaban a sus oídos. Y nada lo hacía entender lo que significaba el amor realmente, ¿o es qué acaso todo eso también involucraba el amor?, ¿conocería alguna vez otro tipo de amor?, ¿sería su primer amor también como lo que ha visto siempre?

De lo vivido en la universidad Sebastián por ahora prefiere callar, pero, en otra oportunidad, quizá lo narrará.

11 comentarios:

Jimmy dijo...

No entendí bien, a veces en la historia eres el narrador y en otras eres el personaje :-S

hpereyraf dijo...

Uhmm pobre chico, estara incapcitado pata amar? me paso lo mismo q a Jimmi note q cambiaste de persona en el relato .. fue a proposito o se chispoteo.

santiagoMdc dijo...

Jimmy: soy ambos y ambos soy yo

Lemon Guy: Al principio se me chispoteo pero cuando lo leí y lo note me dije: bueno sería hipocrita corregirlo si es que en verdad es mi historio y esto, para nada es un cuento. Asi que lo continue usando ese recurso que, sin querer queriendo, terminé por usa. Si el personaje soy yo.

* dijo...

al final eso siempre se supone...uno usa sus propias eperienciaz para escribir, sino carecia de realismo y sentimiento.


creo yo..

VaNe dijo...

que bien escribes!!!
fantastico!!!

ojala que algun día, no muy lejano, nos narre lo que le ocurrio en la universidad...

BESITOS
Y UN ENORME ABRAZO

QUE TENGAS UNA BUENA Y DULCE SEMANA
^^

ando... dijo...

-tranquilo Sebastián, ya llegara.

Unknown dijo...

parece esas peliculas que el personaje va narrando y al final al que le pasa todo es a uno

me gustó

bsos de esposa primeriza y Recién casada

Yvonne dijo...

Me pasó lo mismo que algunos, ya no sabía quién era quién xd

arena dijo...

Bueno "sebastian" ....uno no llega enamorarse hasta que uno se enamore de si mismo ...en cualquier momento llegara ..se que dibujas muy bien y eso atrae a las chicas y sobre todo porque sabes de musica.............

Miguel Angel Candia dijo...

bueno santi, equivocacion o no... me gusto el cambio de personaje-narrador. ademas uno nunca sabe de donde puda surguir una nueva idea!

santiagoMdc dijo...

Sandesca: Si pues siempre es un buen recurso, explotable al cien por ciento.


Alexsandra: en la universidad aun hay mil cosas por pasar así que esperaré un poco más para escribir de eso.

Ando: No te preocupes, no es que este desesperado, sólo que no se me venía ninguna idea de que escribir y ya pues xD

Fiore: Yeee! por fin alguien que capto más menos la idea de lo que quería hacer. Gracias. Besos.

Yvonne: Jajaja, si ya me di cuenta que generé gran confusión, pero en fin :S.

Arena: Jajaja pero no lo comentes con la "gente" pues jeje. Espero verte denuevo por aca.

Miguel Angel: Claro siempre es bueno experimentar no?

 


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